En 2023, Cataluña adquirió al menos 146 viviendas de la Sareb, representando más del 40% de las ventas totales a administraciones públicas, según fuentes de la compañía. Este acuerdo resalta la creciente colaboración entre gobiernos regionales y la Sareb para aumentar la oferta de viviendas asequibles.
La Sareb, encargada de gestionar activos tóxicos de la crisis inmobiliaria, vendió un total de 10.500 viviendas el año pasado, con un 90% de estas ventas a compradores minoristas a un precio promedio de 90.000 euros. A pesar de tener más de 21.000 viviendas disponibles para la venta en 2023, solo el 1,7% se vendió a administraciones públicas, lo que muestra el desafío para aumentar el parque de vivienda social.
El acuerdo más grande fue con la Generalitat de Cataluña, que a través del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) adquirió 137 viviendas por 9,6 millones de euros. Otras administraciones también compraron propiedades, como el Ayuntamiento de Madrid, la Xunta de Galicia y el Gobierno de la Región de Murcia.
La Sareb ha implementado planes para destinar hasta 50.000 viviendas para alquiler social y asequible, con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda. Con estos acuerdos y la perspectiva de nuevas inversiones en vivienda, la colaboración entre la Sareb y las administraciones públicas parece ser un paso prometedor hacia un mercado inmobiliario más accesible y equilibrado.
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Cataluña aglutinó más del 40% de las viviendas vendidas por la Sareb a las administraciones
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