Los espacios de trabajo flexible han sido los grandes damnificados por la crisis que ha generado el coronavirus en el mercado de oficinas.
Estudios recientes estiman que el confinamiento y el aumento del teletrabajo han significado unas pérdidas de un 91%de nuevas contrataciones del primer semestre de 2020. Concretamente solo se han contratado 7.862 metros cuadrados frente a los 89.655 metros cuadrados del mismo periodo del año anterior.
Las previsiones para esta segunda mitad de año nos albergan esperanza para este sector inmobiliario. La necesidad de reducir gastos de muchas empresas y autónomos provoca una bajada importante en la facturación de muchos centros de coworking.
Otro factor importante es la necesidad de trabajar en grupos reducidos de trabajadores para facilitar la trazabilidad de los posibles casos han propiciado que muchas compañías apuesten por alquilar oficinas convencionales de forma permanente.
La disminución de reuniones y actos también ha provocado una disminución de contrataciones de estos espacios que se encuentran en edificios de trabajo flexible.
Las empresas de coworking esperan que el 2021 se consiga superar estas cifras tan nefastas del sector, aunque de momento hay mucha incertidumbre sobre el futuro de este sector.
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La contratación de espacios de trabajo flexible se hunde un 91% en el primer semestre
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